La respiración no solo sirve para oxigenarnos. La forma en la que respiramos influye directamente en nuestra postura, en la gestión de presiones dentro del cuerpo y, especialmente, en el funcionamiento del suelo pélvico. Muchas personas presentan dolor lumbar, molestias pélvicas, pérdidas de orina o sensación de presión sin saber que su respiración puede estar jugando un papel clave.
En este post te explicamos de forma sencilla cómo se relacionan respiración y suelo pélvico y por qué la fisioterapia es fundamental para reeducarlos de forma conjunta.
¿Qué relación existe entre la respiración y el suelo pélvico?
El suelo pélvico forma parte de un sistema de trabajo conjunto junto al diafragma, el abdomen profundo y la musculatura lumbar. Este sistema regula las presiones internas del cuerpo.
Cuando inhalamos correctamente, el diafragma desciende y el suelo pélvico acompaña ese movimiento relajándose ligeramente. Al exhalar, ambos ascienden y se activan.
Si este patrón se altera —por estrés, malas posturas o respiración superficial— el suelo pélvico puede volverse excesivamente tenso o débil.
Problemas frecuentes asociados a una mala respiración
Una respiración poco eficiente puede contribuir a:
-Dolor lumbar persistente.
-Sensación de presión o pesadez en la pelvis.
-Incontinencia urinaria o urgencia miccional.
-Dificultad para activar correctamente el suelo pélvico.
-Molestias durante el ejercicio o actividades diarias.
En muchos casos, el problema no está solo en el suelo pélvico, sino en cómo se coordina con el resto del cuerpo.
Cómo trabaja la fisioterapia esta relación:
Valoración individual
En consulta valoramos cómo respiras, cómo se mueve tu abdomen y cómo responde tu suelo pélvico al esfuerzo y al reposo. Cada persona tiene un patrón distinto.
Reeducación respiratoria
Aprendemos a utilizar una respiración diafragmática eficaz, reduciendo la tensión excesiva y mejorando la gestión de presiones internas.
Trabajo específico de suelo pélvico
Según el caso, se realizan ejercicios de activación, relajación o control motor, siempre coordinados con la respiración.
Integración en el movimiento
El objetivo es que esta coordinación se traslade a tu día a día: caminar, entrenar, cargar peso o hacer ejercicio sin generar sobrepresiones.
¿A quién puede beneficiar este enfoque?
-Mujeres en embarazo o postparto.
-Personas con dolor pélvico o lumbar crónico.
-Deportistas que entrenan con impacto o cargas.
-Personas con estrés elevado y respiración superficial.
-Pacientes con disfunciones de suelo pélvico.
Conclusión
Respirar bien no es algo automático: se aprende. Cuando respiración y suelo pélvico trabajan de forma coordinada, el cuerpo se mueve con más eficiencia, menos dolor y mayor control. La fisioterapia especializada permite identificar desequilibrios y reeducar este sistema de forma segura y eficaz.
Si notas molestias pélvicas, dolor lumbar o dificultades al hacer ejercicio, podemos ayudarte. Contacta con nuestra clínica y pide tu valoración personalizada.




